Desde bodas íntimas hasta reuniones especiales, en Finca Banyols todo se prepara con alma y detalle para celebrar lo que importa.
Alojarse en Finca Banyols – Vignette Collection es una inmersión en la cultura local. Su restaurante gourmet rinde homenaje a los sabores mallorquines, mientras que su olivar y bodega propios reflejan el amor por la tierra y la rica herencia de la isla.
El hotel invita al descanso con sus amplias y luminosas habitaciones, mientras que el spa, inspirado en los elementos naturales del entorno, sumerge a nuestros huéspedes en una atmosfera de serenidad y reposo.
Cada detalle de nuestra finca está diseñado para ofrecer una experiencia única, donde el confort y la exclusividad se fusionan con la belleza natural de Mallorca. Disfrute de espacios concebidos para el descanso, la gastronomía, el bienestar y el ocio, siempre con un servicio excepcional que hará de su estancia un recuerdo inolvidable.
Las piscinas de Finca Banyols —una exterior abierta al sol y otra interior pensada para el sosiego— son mucho más que zonas de baño: son lugares donde el cuerpo se relaja y la mente se desconecta.
La piscina exterior, integrada en el paisaje, se rodea de olivares y huertos que enmarcan momentos de calma, desde un baño bajo el cielo azul hasta un almuerzo entre aromas del Mediterráneo.
En el interior, una atmósfera más íntima envuelve la piscina climatizada. Aquí, los huéspedes pueden acompañar su momento de descanso con una bebida natural, una infusión aromática o platos frescos y saludables, servidos en un entorno donde reina el silencio y el bienestar fluye sin esfuerzo.
En un antiguo molino de aceite restaurado en Alaró, Finca Banyols captura la esencia de Mallorca, combinando tradición y elegancia en un entorno de viñedos y olivares con vistas a la majestuosa Sierra de Tramuntana.
Bajo el sol generoso de Mallorca, nuestros olivos centenarios se extienden por la finca como guardianes del tiempo. Aquí, el paisaje huele a hoja verde y tierra seca, y el zumbido de las abejas acompaña el ritmo lento de la naturaleza.
Cuidamos nuestros olivos con esmero, siguiendo métodos sostenibles que honran el equilibrio del entorno y dan como fruto un aceite puro, dorado y lleno de carácter. Pasear entre estos campos no es solo una experiencia visual: es un viaje sensorial, una invitación a desconectar y a reconectar con lo esencial.